¿LlCHA SI QUIERE SER GOBERNADORA?

Suspirantes y aspirantes, verdes, rojos y azules ya se prepararan para la desgreñada que se darán en el próximo proceso electoral que promete ser una vez más interesante y apasionado.

De acuerdo a la ley electoral de Estado, todos los aspirantes deberán renunciar a sus puestos antes del día 4 de abril (es decir, 90 días anteriores al día de la elección), lo que quiere decir que para todos se aclarará el panorama en las próximas semanas ya que todos aquellos que tengan alguna aspiración y posibilidad de lograr alguna candidatura se separarán de su cargo, ya que de no ser así se descartan automáticamente para alguna competencia electoral.

Y ahora un nuevo ingrediente le viene a poner sal y pimienta al caldo, ya que la propia alcaldesa Alicia Ricalde ha anunciado sus aspiraciones de ser la abanderada de la mega-alianza de oposición para buscar la gubernatura, el sueño de muchas mujeres y de varios panistas.

Lo importante es no perder de vista el hecho de que Alicia Ricalde, como política, intenta revolver un poquito más el ambiente político para así tomar ventaja al distraer a sus detractores políticos a unos días de su segundo informe de gobierno. Sin duda alguna, busca conseguir el cobijo azul local, estatal y federal para salir muy bien vista y posicionada en el segundo corte de su gestión.

Luego de muchos enfrentamientos, de desatinos, de algunos tropiezos, hoy la presidenta municipal se prepara para iniciar un nuevo juego político muy bien conocido por ella; ahora jugando desde una nueva posición: siendo la primera autoridad municipal.

La duda es si en verdad Alicia quiere o no ser gobernadora. La duda es grande, debido a que siempre calculadora Alicia sabe que sus posibilidades de lograrlo son muy remotas al enfrentar a una maquinaria priistas que le apostara con todos a mantenerse en el poder; además, por más que se desee cambiar la realidad, Isla Mujeres es el municipio más pequeño del Estado, lo que difícilmente se traduce en una posición de ventaja frente a otros competidores de mayores posicionamientos.

Sus intensiones de ser la candidata seguramente será solamente un tema para los próximos días. Es de muchos sabido que la aspiración de ARM es ser senadora por nuestro estado, pero esa será otra historia.

Lo que si es un hecho, es que cada elección es diferente a la anterior y aunque los gobernantes siempre buscan heredar de la manera más directa sus niveles de aceptación y aprobación ciudadana, la sociedad siempre valora las propuestas por separado.

Por mencionar un ejemplo, Michelle Bachelet logra la presidencia de Chile y termina su mandato de cuatro años con una aprobación cercana al 90%, lo que no significó retener para su partido la presidencia de su país. Hace unos días, Bachelet dejó la presidencia en manos del derechista que hace cuatro años compitió contra ella precisamente.

Aunque lejano, el ejemplo podría ser aplicable a los casos locales donde altos niveles de aceptación no precisamente podrían convertirse en la retención del poder para los “afines”. Puesto el análisis pues, para Félix González y por supuesto para la propia Alicia Ricalde.