sábado, 22 de mayo de 2010

Nadie me quiere, Todos me odian...

Ahora resulta que después de anunciar con bombo y platillo que los panistas tendrían a una panista como candidata a la gubernatura (en plena alusión a su negativa de apoyar a Greg Sánchez), los mismos dirigentes del blanquiazul le han dado la espalda a su abanderada por considerar que no tiene posibilidades de conseguir la gubernatura, o por lo menos hacer un buen papel para lograrlo.
Pareciera que a los azules les ha pesado más la filosofía del “voto útil” que morir en el intento se apoyar una candidatura que a pesar de tener la trayectoria partidista detrás, no lograría mucho frente a dos fuertes oponentes que le han dado una amplia ventaja.
El lucimiento de las figuras del PAN con Greg ha subido al nivel de descaro, tanto que la única a quien parece “molestarle o incomodarle” es a la propia Alicia Ricalde.
Por lo pronto, hasta el propio Greg le ha jugado a la grilla a su amiga Licha, y hoy los perredistas caminan con camisetas azules, y se proclaman parte de una verdadera mega-alianza, al menos esto es lo que se observa en Cancún.
Mientras todo esto sucede Licha no deja de acusar y apuntar a los tirados de fuego amigo, que se han negado a apoyarla a pesar de las palabras del presidente nacional del PAN, quien en teoría tendría en sus manos la tarea de poner orden en casa.
Sea Licha o no candidata, lo cierto es que cada día son menos los que creen que esta “traición” panista a su abanderada isleña sea real. Muchos ya apuntan a que es parte del show que Alicia y Greg han preparado para que de esta manera intentaran remontar el avance que presenta Roberto Borge en todos los municipios del estado.
La duda final será en calcular en cuantos días sabremos el “feliz” desenlace de esta historia llena de chismes, declaraciones, traiciones, pero sobre todo de política, política de acuerdos en donde se llegan a “amarrar” asuntos inimaginables.