lunes, 9 de noviembre de 2009

SE TERMINO EL SHOW DE LA OLLITA

Termino la historia, y todo quedó en lo que ya sabíamos. La recuperación de playa de Cancún seda por un motivo principal: Cancún es la punta de lanza del sector turístico no solo para el estado sino para el país. Y para reposicionar a un corredor turístico (donde debemos incluir a Isla Mujeres por su dependencia económica) había que recuperarlo de manera inmediata.
Valido o no el argumento del daño que ocasiona la extracción de arena, los pescadores de Isla Mujeres buscaron seguir el camino que trazaron los ambientalistas de Cozumel para oponerse a la extracción en “la ollita”.
Alicia Ricalde anunció con bombo y platillo que abanderaría la defensa del sector pesquero. Se llenó la boca en decirle en todos los medios que no dejaría que ni un gramo de arena se sacara del municipio.
Después le siguió el tristemente célebre diputado Enrique Osorio. “Como diputado apoyaré y respaldaré en todas las acciones que emprenda la presidenta municipal de Isla Mujeres ante los tribunales federales en la materia para evitar que se continúe con la extracción de arena del punto conocido como "La Ollita", sentenció.
Para concretar el show, entro a la escena el regidor Baltazar Gómez Catzin “chayo”, quien impulsado por el ilustre secretario general se “amachino” y anuncio la intensión de pelear, legalmente por la arena.
Finalmente ninguno de ellos pudo detener lo que era inminente. La situación económica del país, y por ende del estado no es nada sencilla, y tampoco se vislumbra una mejora a corto plazo. Cancun, nuestro principal destino turístico, necesita de un buen trago de oxigeno y la arena de Isla Mujeres era la dosis necesaria.
Lo verdaderamente triste y lamentable es que la autoridad municipal en su intento de capitalizar políticamente el asunto busco revolver los ánimos de un proyecto que a simple vista estaba perfectamente claro. Todo parece indicar que tan solo una llamada de “arriba” bastó para que Alicia entendiera que ya las autoridades federales habían dado su autorización al proyecto y que ella no sería quien “pateara” ese rescate turístico. Lejos de su capitalización política, su negación al proyecto le traería problemas.
SEMARNAT y PROFEPA ya habían autorizado el proyecto. ¿Que se peleaba? O ¿acaso fue un teatro mal montado?
Después de seis días de un silencio total, la propia presidenta municipal tuvo que reconocer su error, limitándose a decir que estará muy al pendiente de la extracción de arena.
Listo. Finalizado el show. Un asunto más para la historia política del municipio.

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