“Alicia Ricalde Magaña cumplió su palabra; pues nos dijo, que todos aquellos priístas que la atacaron en campaña lo lamentarían”…
Estas fueron las palabras de una connotada panista quien tristemente reconoció que lo que hoy hace la señora presidenta es una venganza política, la cual no debería hacer, pues no solo afecta a los dueños sino que también provoca un mayor desempleo y crisis.
Pero mis queridos lectores, que les puedo yo decir, ustedes más que nadie conoce cómo es la señora presidenta…
Las cosas se iban a poner mal y como a Jorge Aguiñaga le faltó mano dura, Alicia Ricalde Magaña decidió poner a Julián Rivero, joven quien sin el más mínimo escrúpulo, tendría la fuerza de someter al más duro empresario.
Algunos como dicen que el propósito es estas clausuras y las jugosas multas es para poder mantener la nómina que cada vez está más llena de aviadores.
Otros más dicen que porque se necesitan recursos para poder hacerle frente a los gastos de fin de año, pero hay quienes aseguran que lo que en verdad se busca es recuperar los millones que Alicia Ricalde tuvo que desembolsar para poder sacar adelante la pasada campaña electoral.
Lamentablemente aquí no aplica el dicho de “O todos hijos o todos entenados” ya que de todos los comerciantes que han sido sancionados, ninguno de ellos es panista, ¿raro no cree usted?
Siete meses faltan para que concluya la administración, pero ella misma ha dejado en claro que su legado continuará, o al menos eso quiere que haga Hugo Sánchez Montalvo, la única verdad es que hoy en día hasta los mismos panistas lamentan la “cacería de brujas” que promueve la presidenta municipal, porque no solo jode a los dueños, sino a muchos quienes se han quedado sin empleo a causa de una estúpida venganza política.
viernes, 24 de septiembre de 2010
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